Me recorre un escalofrió esta situación León, parecemos dos
ladrones en un aparatoso Castillo. Sin saberlo, nos estaban mirando; la duda
mata al hombre un cachetazo a un loro. Si era nuestro amigo Lambert, que
riéndose desde las alturas, escudriñaba a sus visitantes. No seré tan mentiroso
que lo abrase, pero por un minuto fui feliz; nos reencontrábamos con el amigo
recién casado. Mi querido hermano plumífero, es un gusto verlo. Tanto nuestro
poeta León como yo lo extrañamos muchísimo ,pero amamos la felicidad que tanto
su Lora y usted sienten. Capitán, extraño mucho la bebida, pero mi señora no me
permite tomar una sola gota. Hasta estoy pensando regresar al barco y continuar
con nuestras aventuras.Permannesca inmune al pecado, nosotros no lo hemos logrado,
pero usted es fuerte y creyente.
El pecado destruye a las familias, corrompe al hombre, pero
respóndame León, también lo hará con las aves plumíferas? ; pensándolo bien un
brindis no destruye a nadie, por el contrario lo satisface.
Los ojos de Lambert se transformaron en dos estrellas bajo
un cielo límpido y claro; que atolondrado no los hice conocer a mi familia.
Orgullosa madre, rutilante reflejo del arco iris más cuatro de sus hijos se encontraban a la
espera de conocerlos, a mi pregunta sobre el quinto se produjo un silencio
espectral. Creo que está caminando y aleteando con sus pequeñas alitas rumbo al
Dios que ustedes discriminan como el Dos sin Madre, parece que también necesita
un informante junto a el.
Pues tal cual contaba Sábato hay gente viviendo en túneles y
por ahí nada se ve , será buen guía para Dios y les dará una mano a quienes la
necesiten.
En esta vida todos
nos necesitamos hoy rezamos por 44 vidas
debajo del agua, soldados de todo lado el mundo se encuentran juntos, no hay
fronteras solo colaboración; salvo un
par de inútiles políticos de la
izquierda distorsionan la realidad. La Ladrona no hablo una palabra ni pidió
perdón, pero mi hijo y Dios los están mirando.
Santiago L Demaria
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