Lo de estos días
nos mete en un problema, es posible que tengamos que hacer algo que me molesta,
por lo menos con esta gente.
Quiero que
si llegamos al bar, te ocupes de distraer a los demás pero yo me ocupare del Capitán
y el Comandante. Parece que nos están tomando
de estúpidos; un Fantasma, un loro que habla en Francés y ese Periodista que
simula ser muy serio, pero que en algo debe andar. Qué opinas Gato? Mire
señor solo recibo ordenes, me enseñaron
que en este trabajo uno no debe preguntar sobre las órdenes superiores, al fin
y al cabo dos muertos mas no me asusta.
No lo se me
intrigan y ni hablar de Lucifer ese es peligroso de verdad, imagino arribar a
las puertas del infierno y que él me enseñe el camino de llegada. Mire Remil,
en estas oportunidades siempre somos los buenos, mientras pasaban por una
Buenos Aires apurada y febril, la radio solo transmitía las novedades de los
operativos que se encontraban en pleno desarrollo, la mayoría eran estudiantes,
parejitas de novios los cuales entendían que la revolución era fácil de
encontrarla en los libros de Mao y las gacetillas diarias del Che. El Mundial
estaba en ciernes y el Jefe mayor apuraría a las delegaciones extranjeras para
comunicarles que nosotros, éramos derechos y humanos. Los relatores y
comentaristas guardaban un respetuoso silencio.
Sabemos que los Argentinos cuando ven la pelotita rodar de todo se olvidan, era
el momento de atacar. Bien estamos llegando acuérdate de lo hablado, los
alojaremos por unos días en la Escuelita y después veremos.
Al llegar al
boliche y ver el cuadro de todos los días se tranquilizaron bastantes, entre el
Comandante y El Capitán, Remil se sentó de un golpe, Lambert mostraba una
intranquilidad llamativa y caminaba por el brazo de León que inmediatamente
abandono su lectura. El Gato parado presenciaba la reunión a la espera de otros
parroquianos hasta que sintió en su espalda la llegada de Fantasma.
Sin que se
den cuenta el Gallego tomo un rifle listo para apuntarle a estos pobres Policías
no identificados, la llegada de una
ventolina muy fuerte no anunciaba el arribo del invierno; era ella “La Parca”,
su guadaña se encontraba brillante como un espejo.
Remil rápido
de movimientos apoyo su 9 en la mesa y El Gato solo atino a parapetarse contra
una columna y La Parca apretó al Fantasma contra una pared con toda la intención
de hacerle el amor en público. Todo era silencio e intriga, una energía brotaba
del Fantasma que lo hacía especial al resto era su erección detenida por estos
matones y bramaba de bronca y calentura al mismo tiempo.
Observando
fijo a esta patota militar les discurseo un poema que nosotros conocíamos, “boludos
yo estoy muerto ya, no les temo y mi amiga, sin que puedan darse cuenta les
cortara el pescuezo y serán solo historia en decimas de segundos”. Puedo
guardar mi arma muchachos? Ruega Remil orinado y tembloroso, el Gato es acompañado
con un golpe de Karate de parte del
Comandante que lo hace caer en el piso a los pies de Remil. Vámonos Gato estos
tipos no son moco de pavo, cuanto más lejos mejor. Bueno amigos a continuar con
la reunión, lo mejor está por vivir y gracias
siempre estaremos unidos. Lambert pide un wiski y una vuelta para todos
y a vos Gallego también gracias; muchachos, en Galicia sabemos elegir a
nuestros amigos. La Parca y el Fantasma se están toqueteando mientras se
retiran entre arrumacos, nos veremos cualquier momento nos encontraremos ¡!!
Santiago L
Demaria
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