miércoles, 16 de mayo de 2018


Lo de estos días nos mete en un problema, es posible que tengamos que hacer algo que me molesta, por lo menos con esta gente.
Quiero que si llegamos al bar, te ocupes de distraer a los demás pero yo me ocupare del Capitán y  el Comandante. Parece que nos están tomando de estúpidos; un Fantasma, un loro que habla en Francés y ese Periodista que simula ser muy serio, pero que en algo debe andar. Qué opinas Gato? Mire señor  solo recibo ordenes, me enseñaron que en este trabajo uno no debe preguntar sobre las órdenes superiores, al fin y al cabo dos muertos mas no me asusta.
No lo se me intrigan y ni hablar de Lucifer ese es peligroso de verdad, imagino arribar a las puertas del infierno y que él me enseñe el camino de llegada. Mire Remil, en estas oportunidades siempre somos los buenos, mientras pasaban por una Buenos Aires apurada y febril, la radio solo transmitía las novedades de los operativos que se encontraban en pleno desarrollo, la mayoría eran estudiantes, parejitas de novios los cuales entendían que la revolución era fácil de encontrarla en los libros de Mao y las gacetillas diarias del Che. El Mundial estaba en ciernes y el Jefe mayor apuraría a las delegaciones extranjeras para comunicarles que nosotros, éramos derechos y humanos. Los relatores y comentaristas guardaban un respetuoso  silencio. Sabemos que los Argentinos cuando ven la pelotita rodar de todo se olvidan, era el momento de atacar. Bien estamos llegando acuérdate de lo hablado, los alojaremos por unos días en la Escuelita y después veremos.
Al llegar al boliche y ver el cuadro de todos los días se tranquilizaron bastantes, entre el Comandante y El Capitán, Remil se sentó de un golpe, Lambert mostraba una intranquilidad llamativa y caminaba por el brazo de León que inmediatamente abandono su lectura. El Gato parado presenciaba la reunión a la espera de otros parroquianos hasta que sintió en su espalda la llegada de Fantasma.
Sin que se den cuenta el Gallego tomo un rifle listo para apuntarle a estos pobres Policías no identificados, la llegada de  una ventolina muy fuerte no anunciaba el arribo del invierno; era ella “La Parca”, su guadaña se encontraba brillante como un espejo.
Remil rápido de movimientos apoyo su 9 en la mesa y El Gato solo atino a parapetarse contra una columna y La Parca apretó al Fantasma contra una pared con toda la intención de hacerle el amor en público. Todo era silencio e intriga, una energía brotaba del Fantasma que lo hacía especial al resto era su erección detenida por estos matones y bramaba de bronca y calentura al mismo tiempo.
Observando fijo a esta patota militar les discurseo un poema que nosotros conocíamos, “boludos yo estoy muerto ya, no les temo y mi amiga, sin que puedan darse cuenta les cortara el pescuezo y serán solo historia en decimas de segundos”. Puedo guardar mi arma muchachos? Ruega Remil orinado y tembloroso, el Gato es acompañado con un golpe de Karate de  parte del Comandante que lo hace caer en el piso a los pies de Remil. Vámonos Gato estos tipos no son moco de pavo, cuanto más lejos mejor. Bueno amigos a continuar con la reunión, lo mejor está por vivir y gracias  siempre estaremos unidos. Lambert pide un wiski y una vuelta para todos y a vos Gallego también gracias; muchachos, en Galicia sabemos elegir a nuestros amigos. La Parca y el Fantasma se están toqueteando mientras se retiran entre arrumacos, nos veremos  cualquier momento nos encontraremos ¡!!


Santiago L Demaria

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