La Pelootita se termino

Otro mundial ha pasado para la Argentina y los dadores irresponsables de odio se pondrán nuevamente a trabajar. La ida al el FMI se pensó que fuese una herramienta para terminar con este golpe económico, pero la mano de los eternos traidores a la Patria no se podía quedar en los bolsillos sin hacer daño. La pelotita trajo solo unos días de una paz mentirosa, en el futbol se sabía que tarde o temprano esto terminaría mal. Los demanejos de la AFA conjuntamente con la FIFA, los cambios de técnicos y el robo desmedido de Grondona no traían nada distinto que no sea el fracaso. Los jugadores solo fueron piezas de un juego de ajedrez entre capo mafias. A ellos solo gracias, a los jugadores los guardaremos en nuestra memoria; algúnos bien y otros mal, trataron de sacarnos adelante, con sus dudas y sus fracasos. Pero los dirigentes deberían pagar por sus actitudes, muchas veces viajando con sus esposas, otras con sus amantes todos paseaban de lugar en lugar sin importarle el juego en sí, los negocios para ellos era lo importante. Dirigentes provenientes de una década perdida, quisieron efectuar su último robo; han querido meterse en los sponsors futuros involucrando a los muchachos del 86 Campeón del Mundo. Tuvo que salir Leopoldo Luque a desmentir tamaño discurso emitido noches atrás en el programa de Fantino. Chocaron la Calesita e involucraron también al mismísimo Diego, dueño de ese campeonato. Falta ahora un brutal ataque a la Sociedad toda y la espera de que aparezca el muerto que nunca les falta. Quieren ahora entrar por la ventana, pues no se bancan todavía haber perdido las elecciones. Les queda sano Pichetto para cuidarlos todavía, viejo zorro político no avalara que los ladrones devuelvan lo robado, ni que le quiten los fueros a la señora para ser juzgada. Los Empresarios por un lado guiñaron un ojo para acompañar y por la espalda te clavan un cuchillo y los productores del campo no pueden resistir más con las retenciones que el Presidente no les saca. Muchachos despertemos nada de esto es positivo para todos. Santiago L Demaria