Otros Tiempos

Se me ocurren tantas cosas que por momentos se me da por cavilar entre lo pasado y lo presente. Lo que fue de este país antes de que el populismo Argentino se metiera a revolver el sistema en que todos nos desarrollábamos. Fue un país culto y serio o trato de serlo. Nos comparábamos en el mundo con Australia, país ético, culto y preparado, con la vista puesta en la cultura y en la producción. La famosa frase de mi hijo el Doctor, proveniente de lo más humilde y trabajador de cada uno de nuestros abuelos, hoy vario y es mi hijo el piquetero. El arte en todas sus expresiones se paseaba por el mundo, hasta el Tango llego a Japón. Hijos de una familia digna, aquellas la de las puertas abiertas, aquella en donde la Policía era el amigo del barrio y el tutor de los chicos que gastaban una pelota en la plaza del barrio momentos inolvidables el de la tele en blanco y negro. Época del teatro Colon, de los cines de Lavalle abarrotados y el polaco junto a Pichuco desgranaban tangos en San Telmo. Lentamente y con precisión de relojero los tiempos violentos se nos venían para atraparnos lentamente, la Avenida Corrientes seguía llena, las librerías vendiendo a dos manos , a Borges avistando el futuro a través de su ceguera, cien poetas escribiéndole a la luna mientras la tormenta de la mediocridad se acercaba. Eran pasos firmes, no se arrastraban, le habían contado que ellos formarían parte del futuro, le vendieron espejitos de colores como Colon a los Indios. Pobres estúpidos, pero por siempre pobres y su futuro queda tirado en el tacho de basura de una realidad que aun hoy no entienden. Sociedad pasada, bella y dulce; la llegada a Mar del Plata era una fiesta, los camiones de Rabione no daban abasto con baúles para los tres meses de estadía, fue La Biarritz Americana fuimos tan felices terminando el año en el Colegio en forma correcta y venir aquí era el premio merecido. El Casino atestado de gente con traje y mujeres de vestidos largos, La Paris, la de verdad en donde orquestas y grandes artistas eran comunes y cercanas aquí. Hoy la suma de mierda se encuentra arrojada en el Ceamse, las calles y veredas sucias, la gente pobre comiendo en las plazas en donde una familia tipo se morfan una pizza, desesperados luego de un día de playa. Nos fuimos todos a la basura, año tras año peor; la clase política prostituyo todo, se amalgamo la pobreza por ellos alimentada y se sumaron las villas miseria, mientras sume dinero para algunos, continuaran multiplicándose los pobres. Señores políticos, me dan asco y mucha pena; esta realidad se la debemos a ustedes. Santiago L Demaria