Parece mentira que en pleno siglo XXI, en la ciudad más rica del país, y una de las más acaudaladas de Latinoamérica, en la legislatura porteña, se haya tenido que discutir sobre el tema básico de que haya energía eléctrica alternativa en un hospital.
Sin embargo es cierto. Este jueves se sancionó el proyecto impulsado por el presidente de la Comisión de Salud, José Luis Acevedo y los diputados Claudio Cingolani y Agustín Forchieri, para instalar grupos electrògenos en los hospitales porteños para evitar los innumerables inconvenientes que sufren los pacientes, especialmente en estado crítico y las personas que trabajan en dichos nosocomios en los casos de cortes de suministro de energía eléctrica.
Los equipos deberán reunir todas las condiciones de seguridad, la emisión de ruidos debe mantenerse dentro del rango permitido y no debe alcanzar en ningún caso el carácter de ruido molesto.
En cuanto a la emisión de gases debe mantenerse dentro del rango permitido por la normativa vigente, permitir la circulación peatonal y/o vehicular; cumplir con las exigencias establecidas para las instalaciones térmicas e inflamables en cuanto al suministro y almacenamiento de combustible.
La ley obliga al Ministerio de Salud a instalar en todos los hospitales públicos de la Ciudad un grupo electrógeno con capacidad suficiente para asegurar el funcionamiento de por lo menos las áreas críticas del nosocomio.
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