domingo, 17 de marzo de 2019

El CIRCO DE IRIGOYEN

Hemos logrado un estado de situación de poder comunicarme ampliamente conmigo mismo, sé que no resulta serio plantearlo sería como haberme encontrado paseando por arrabales misteriosos a la espera de alguien a quien hasta hoy no he conocido y no sé si la conoceré. Las ruinas de un Castillo a lo lejos dejan ver lo añejas que son, pero lo vallas que han sido; seria tal cual alguien que parecía decente y joven, se transforma en viejo sumado a lo mentiroso. Todo varia, el circo con su carpa desarrolla su actividad un verano prolongado y exitoso, al ir pasando los años los enanos inician su transformamiento y se vuelven oscos y testarudos, después desdentados y ancianos; pero la historia continua y en ese rubro los enanos que actúan a mantener su intelecto o lo amplían, dejan de ser cómicos y saltarines y son verdaderos actores dramáticos. También los leones hartos de estar encerrados y siempre haciendo sus mismos trucos, revelan su carácter y ante las ordenes de sus entrenadores se duermen la siesta, el mistongo Circo de barrio se va transformando en cueva de malandrines, albergue de gente en estado de calle y reducto de ladronzuelos de poca monta. En la carpa vuelan palomas que alguna vez han sido de un color blanco o gris clarito, un gigantón de años trata de despejarlas pues hoy u otro día llegara a sentarse el Reí, o su Secretario hombre de prominente estómago y ex amigo de otro amigo. Por más que no lo digan públicamente siguen con sus historias pasadas. Los bufones son los mismos, cada 4 años tienen una jubilación pasajera, pues irán cambiando de actividad, pero en otros lejanos Circos, para ellos hacer reír es fundamental , por más que por ellos lloran varios del público que ve lo que hacen. Es una conjunción de misterio y sorna sus sonrisas, sus enojos o sus angustias pasajeras; luego resolverán todo en un café de la esquina con anteojos negros, para ver un poco negro y menos a la situación imperante. Los de la cola del Circo los conocen y no dicen lo que de ellos piensan y los actores solucionaran con un abrazo y un beso en la mejilla la distancia con la burguesía y sus blasones. Y vos me preguntaras de quien hablo, es seguro de fantasmas a los cuales tengo en mi agenda. Me preguntaras que les va a pasar, nada, a los fantasmas no les sucederá nada, tenlo por seguro, yo los conozco. Santiago Luis Demaria

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