Pues entendámonos, es hora que lo
hagamos. Todo se inicia tomando como ejemplo a seres que adoramos en su momento
y luego se convirtieron en ídolos o formadores de opinión. Hemos logrado ser conquistados por seres despreciables
escudados detrás de una chafalonía propia de artesanos en una cárcel en
cercanías de los Pirineos. El frio taladraba sus huesos, la sífilis se
transmitía sin límites y las mujeres no subían las escalinatas de piedra, hemos
sido conquistados por una horda de animales en celo. Recuerdo se llamaba Cristóbal
y fue echado de Madrid con sus congéneres, salvajes, rudos, ladrones y demás
basura que encontraron a cambio de sus libertades. Esta belleza de género nos
conquistó y cuenta la leyenda que a cambio de piedrecillas de colores les permitimos
violar a nuestras mujeres sumado a cortarnos nuestra cabeza como signo de
agradecimiento. Luego de esta belleza de gente, se suma ya al género criollo el
Viejo Vizcacha un mostruestrario de ladrón, cuatrero y contador de porquerías
mescladas con falsedades producto de su imaginación irrespetuosa producto de
toneladas de vino viejo. Y llegaron los humanos sumándose a toda esta mentira
teatral el Gran Martin Fierro producto de la pluma de José Hernández y
esto creo una sumatoria de hechos
históricos, que sumados a la imaginación de escritores, nos lleva al
primer Presidente de la Nación, que
nadie o poca gente sabe es de origen Boliviano Don Bernardino Rivadavia, luego
vendrán varios más entre golpes Militares, elecciones robadas y de mas yerbas.
Luego transcurrieron momentos en donde un voto tenia valor económico, el
puntero abalado por las mismas
autoridades que lo tenían de gran valor para las mencionadas tareas, asesinar
opositores y sembrar el miedo a todo aquel que no comulgue con las ideas del jefe.
Y llegamos a estos años, en tanto y en cuanto suele suceder lo mismo salvo que
se organizó mejor las cosas. Hoy un Ingeniero nos sigue teniendo al borde del
precipicio, con anterioridad una señora se había llevado medio país y lo que
faltaba el actual sigue sin saber qué hacer con la otra mitad que logro quedar
en pie. En fin los años pasan y las soluciones no vienen, será que es verdad
que el mundo es plano y estaremos a metros de caernos al vacío o será que somos
unos vivos barbaros?
Santiago Luis Demaria
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