Esto es para vos

Destinaremos el tiempo a luchar con esta nave que en todo este tiempo me esta dando mas problemas que soluciones para surcar los cielos y los mares, en cuanto lo necesito. Por aquí abajo en las ruinas de este suelo, pretendo evadirme de una realidad que me resulta pesado y gastado. . Deja por un momento de desinformarte. ¿Jamás te agoto que siempre suceda lo mismo en esta tierra?, mentiras, promesas y nuevas mentiras?; hasta muchos rostros resultan ser los mismos, varían sus frases para no resultar fuera de sintonía y modifican sus posturas de acuerdo a continuar siendo parte del circo andante y ondulante. En su intimidad varían sus filosofías de vida, sin importarle un bledo y quizás lo que les prometió. Se que su honestidad intelectual no la ponemos en duda, son cuasi ratones multiplicándose y quien esto piensa es solo un hombre de la llanura convertido en amante marino. Eres vulgar, pones en duda que ame lo intangible, suele suceder a aquellos que logramos separarnos de la mediocridad general. Ojo que fui rico en mi otra vida, esa es la razón de mi desinterés por el llamado (vil metal); seguro que no crees estos logros, luchas por llenar tu panza prominente mientras declamas tu característico u folclórico “Tengo hambre”. Da la casualidad que ni a ti ni a quienes te mandan a decirlo tienen hambre, unos de comida real, los otros de sumar más tesoros a su bolsa de mercachifles. Yo desde este lugar sagrado para mí, barco en donde me rompo la cabeza para llegar a ser el primer tripulante que llegue desde las olas del mar hacia arriba de las nubes gordas que se encuentran por encima de ti y de mí. En realidad, tú te has de mojar para encontrar un céntimo y para colmo te deberás agachar, poniendo al desnudo tu intimidad, mientras te busque con ojos desorbitados una manada de jabalíes en celo. Yo al navegar, no parare de reírme de tu postura y a su vez de la mía, yo soy libre, navegante y loco. Tu eres un miserable ser humano que le robas a los pobres. Y tú eres un pobre tipo que dependes de quien te tira unas monedas. Santiago Luis Demaria