viernes, 20 de diciembre de 2019

Real Politics Política Estratégica

Crisis política y descontento social
Sin duda el contexto, el cual se desarrolla la Argentina hoy, cuenta con dos imperantes que si bien han perdurado en estos últimos cuarenta años, hoy luego de la derrota del oficialismo en las urnas es la crisis política y el descontento social.
Se puede explicar desde un marco teórico complejo desde cuatro corrientes intelectuales: 1) El Iluminismo y la teoría política liberal; ya que participación democrática a partir del voto se hizo notar el descontento del pueblo en cuanto a la situación real del ciudadano, 2) desde la sociología europea: aquí con gran impronta de los valores culturales argentinos como agente de cambio en busca de la estabilidad económica del ciudadano, 3) desde la Psicología Social, donde el discurso del presidente tratando de explicar el cómo, por qué y las consecuencias de ese “voto castigo” y 4) desde la psicoantropología, que desde la motivación inconsciente (instinto de supervivencia?) explican la respuesta política a través del sufragio, conformando parte de nuestra cultura política.
Y es obvio que esta respuesta de los ciudadanos en estas PASO, tiene que ver más con el sentimiento de haber sido engañados, con las expectativas que nunca se cumplieron que con lo cognitivo racional de un proyecto de país que vislumbra un futuro mejor a muy, muy largo plazo.
Sin duda la conferencia del presidente Mauricio Macri, con su compañero de fórmula Picheto estuvo cargado de simbología, que continúa decodificando el ciudadano de a pie. Hagamos un escueto análisis de las estructuras simbólicas desde el lenguaje. Pekonen dice que cada vez que un líder propone una “nueva política” debe emplear el lenguaje del pasado para transmitir nuevas ideas, o sea atribuir nuevos significados a temas ya conocidos, crear un nuevo lenguaje para una nueva situación. Y sin duda, los significados que se mostraron fueron el de incertidumbre, el de “castigo” (a modo de patriarcado en el sentido de cómo no se hizo lo que se debía ahora vienen las consecuencias) y el de intranquilidad.
La falta de enfoque, desde el discurso presidencial, (entendida como el acto de descubrir y comprender los puntos esenciales del problema para resolverlo acertadamente), demostrado en sus palabras de seguir adecuando el plan hacia y para los mercados y de demostrar la resignación ante la pauperización de la clase obrera y las pymes, es lo que termina de definir el encuadre. Y es importante detenerse en el segundo y tercer nivel de información: el mensaje (o sea el contenido concreto de la noticia y analizado previamente) y de la recepción del mensaje por parte de la audiencia, y sus efectos, y verdaderamente no hubo mensajes de tranquilidad en ningún sentido.
Y a modo de conclusión podemos decir hoy que la población, mas alla de cualquier partidismo, estuvo lejos de la posición de Sartori, con respecto a la relación apocalíptica entre los medios y la cultura política, teniendo como consecuencia una sociedad teledirigida y dominada por la imposición de una imagen o un discurso. Más bien, esta respuesta ante los parámetros marcados, es la posición conciliadora de Molotch. Y el futuro? Sin duda demarcado cada vez más por parámetros de mayor pobreza material, pero que no nos debe determinar nuestro destino de cambiar las políticas en busca de las soluciones que no sacrifiquen continuamente al peón.
Lic. Agustín Hoopmann

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