martes, 5 de marzo de 2019
La Parca es mi invitada
Lambert esto no me gusta nada, el clima se torna húmedo y pesado mes resbalan gotas de transpiración por mi espalda, El Fantasma se adelante para observar el playón del puerto vacío; no existen más las caras curtidas por el sol de los hombres que salen a la mar temprano en búsqueda de su trabajo diario. Desde el palo mayor allí en el carajo, me grita el grumete ¡llegada extraña Capitán ¡
De un carruaje negro y caballos color noche baja ella, el rostro enjuto, paso seguro y su hoz afilada en una mano libre. Señora es un placer navegar con usted, quizás no escuche o no quiere escuchar. Se sienta cercana a la borda como a la espera, si soy “La Parca”, siempre estoy esperando que alguien llegue Capitán; mi navío es suyo señora, le respondo a sus palabras.
Veo las sábanas blancas acompañado de cerca por el poeta y amigo, con sus apuntes y toda la papelería inimaginable nos trenzamos en un abrazo sincero, al pasar besa la mano de La Parca y la primer pregunta que le brota de sus labios es saber si estamos todos listos. Una niebla impenetrable cubre las calles del centro que con mi catalejo aprecio a la distancia, personas muertas, se pasean por los boliches; los vecinos se mudan y hay jaurías de perros en llamas, seguidos por una turba de burgueses iracundos y enfurecidos que persigue cualquier muestra de heterodoxia.
Capitán que visión rara es nuestra partida; si León lleve en sus escritos lo que va a suceder, supongo que marcara un hito en nuestra historia. Tranquilo Capitán, sabe que ningún detalle se me escapa, estoy acostumbrado a las intrigas palaciegas en donde viven traicionándose, me encuentro como pez en el agua. Luego he de contarle lo que va quedando en la política local; mire León, solo me preocupa como continua su relación con la amada Monic, son las mujeres quienes siempre aparecen en nuestras batallas.
Dígame Capitán, no lo noto bien a nuestro amigo Fantasma, no se preocupe León, el amor me parece que lo ha tocado, esta nave resulta una cárcel para olvidar a todo aquello que extrañamos. El pertenece a una raza de espectros que son una verdadera decepción para los amantes de los prodigios blancos. Me refiero a los fantasmas interiores, a las creaciones alucinatorias e individuales de los honrados burgueses ya de ver un espanto hecho y derecho.
El ultimo e es subir a bordo es Remil, paso cansino, y mirada torva, un maletín de cierto tamaño en una de sus manos Señores buenos días, pasos atrás viene conmigo Satanás, me rogo sumarse a esta fiesta, si usted me lo permite Capitán; todo en orden amigo sean bienvenidos, nos espera la última batalla.
Santiago Luis Demaria
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