Deje de
discutir con nuestro Dios sin nombre y proceda sin miramientos al olvido. De
nuestra partida nadie debe enterarse, total a nadie le preocupara nuestra
ausencia. Hoy debería iniciar la cuenta regresiva para partir sin rumbo fijo,
nuestro amigo Lambert está dispuesto a ser nuestro vigía tal cual siempre lo
hiso, ante todo amigo, en estos casos lo
laboral es secundario.
Lo principal
es partir, dejar de lado sentimientos que
hoy ya no están e irnos teniendo como testigos tan solo el sol y las estrellas
que por las noches nos marcaran el rumbo. Su amor no correspondido continuara dejándolo
al descubierto y mis olvidos no regresaran jamás.
Hoy me
encuentro descarnado y triste, circula por mis venas algo agrio que me sacude,
pero el único responsable de mi historia soy yo. No acuso a nadie ni guardo rencor,
estoy dispuesto a sufrir lo que me corresponda tal cual una condena que afronte
un preso.
Es por algo
la existencia de este Dios sin madre, el tipo dispone a su antojo porque camino
debemos circular, no tiene miramientos en vernos llorar ahí en donde nos
encontremos. Así de esta forma es la vida y nada de quejas, hemos nacido para
afrontar todos los escollos que encontremos en nuestro camino, somos hombres y
nos enseñaron que no debemos andar llorando por los rincones.
Mire lo que
le sucede al Zorro 1 que luego de recibir coletazos quiere volver a presentarse
en las elecciones venideras, el personaje que se encuentra más perdido que Adán
en el día de La Madre; si tiene tiempo deposite sus ojos en el Edil Ciano, no
es mal tipo; solo posee ciertas inquietudes lejanas al misticismo político, al
mismo hijo del Zorro 1 que acompaña en sus gustos a su enemigo ya mencionado.
Esto es la
Ciudad Feliz y sus hijos políticos; suerte en partir hacia el infinito, zafo
milagrosamente de este desbarajuste en que se encuentra la economía local. Digamos
que el Rey Gallego continua siendo inamovible y que todos los Concejales juegan
al Juego de la escoba, tratando de sentarse cerca del monarca. Me recuerda al
Circo Romano en donde el Rey determinaba sobre la vida y la muerte de los
luchadores.
Estos son en
parte algunos de los motivos que me llevan a tratar de partir sin rumbo, el HCD
resulta un programa cómico cada día en que concurro y lo observo a usted tan
preocupado por la realidad que por momentos me asusta.
Viva Monic,
Lola usted y yo; nuestras mascotas y nuestros entrañables amigos como Lambert y
el Fantasmita procaz.
Viva!!! La vida
por más puta que resulte, los mariscos y el buen vino.
Santiago L
Demaria
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