Las situaciones similares a las vistas en Relatos Salvajescada vez son más frecuentes en Buenos Aires. En esta ocasión, el episodio de violencia se registró en la localidad de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora. Un automolista fue grabado increpando a un colectivero y rompiendo el espejo retrovisor y el vidrio de la luz delantera de la unidad a las piñas y patadas. Un pasajero envió las impactantes imágenes a cronica.com.ar.
El episodio se registró el miércoles por la noche en la calle Recondo al 2400. Un colectivero que trabaja en la línea 31 realizaba su recorrido diario desde el barrio poteño de Once hacia Lomas de Zamora cuando fue interceptado por un automovilista fuera de control.
Según relataron testigos, el conflicto se originó porque la unidad "pasó muy cerca de un auto que estaba estacionado en doble fila". La maniobra del chofer de la unidad encendió la furia del conductor, que estaba dentro del vehículo. Inmediatamente, el hombre aceleró su coche y persiguió a toda velocidad al colectivo hasta alcanzarlo, encerrarlo y ponerse frente a él.
Una vez que pudo acorralar el colectivo lleno de pasajeros, el conductor se bajó del auto, increpó al chofer violentamente, rompió el espejo retrovisor de la unidad con una piña y, sin estar conforme con esto, destrozó con una patada el vidrio de una de las luces delanteras del vehículo. 
Ante la agresión, el colectivero se quedó sentado en su puesto de trabajo e intentó calmar al agresor. "Tranquilo, tranquilo, hay pasajeros acá", se lo escucha decir al empleado en un video grabado por testigos. En las imágenes también se observa cómo el acusado se subió a su auto tras el ataque y siguió su marcha como si nada hubiera pasado. 
"Se ve que ese hombre tuvo un mal día y nos atacó de la nada. Por suerte, el chofer del colectivo supo manejar la situación con total tranquilidad y pudo seguir con el recorrido", dijo el testigo que envió las imágenes.