Mientras los
integrantes de la Comisión de Cultura divagaban sobre la redondez de este
mundo, la calle se encontraba poblada con la muestra exacta de lo que se puede
definir como real cultura Argentina.
Concejales
de diversos colores políticos discutían sobre el estado en que se encuentran
los bienes en donde se brindan clases y en Planta baja se formaban las conocidas ollas Populares y bajo el tronar de los bombos
daba una lección de la real Cultura Popular.
Los
funcionarios tal como corresponde,
tomaban café y desculaban hormigas tratando de encontrar explicaciones por la
ausencia de la responsable del área. La jovenzuela Santoro representante de
Unidad Ciudadana defendía ardorosamente el proceder los preceptos Culturales
que la Doctora Cristina les ha inculcado.
Mientras
tanto los devotos de los bombos , se cuelgan de la luz para defender sus
derechos por ellos mismos obtenidos; los comerciantes de la zona de Irigoyen y Luro
desatan su bronca sin ser escuchados Si
esto no es cultura la cultura donde esta?.
Un colega
prestigioso dentro del Municipio trataba de encontrarle el lado poético a este
asunto. Decía entre cigarrillo y cigarrillo; el hombre desciende del mono, tal
cual Darwin investigo y le acotaba al oído, el mono de dónde desciende?, ha de
ser de la cultura pues continuamos estando en las ramas. En fin, todo continua
igual los baños de los jardines se encuentran sin sanitarios, las aulas
destrozadas, sin servicio de alimentación algunos y con maestros continuamente
de paro. Esa es la Cultura popular y Nacional.
Los
preceptos de Sarmiento se fueron por los caños del Sanitario, Civilización y
Barbarie, agarraron la Barbarie. Siempre elegiremos lo peor, pues así somos, de
esta manera se forjo a nuestro país, en medio de contradicciones y peleas
internas que nos llevaron al fracaso, peleándonos entre nosotros por puestos,
cargos y dos monedas más o menos importantes.
Santiago L
Demaria
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