Reencuentro

El reencuentro…
Por León De La Vid

¡Ya no soy aquella chica esbelta!, me dijiste.
Yo tampoco soy aquel joven, 
cuyo corazón despertarte sin saber
a un sentimiento insomne y silente.

Sí veinte años no son nada como dice el tango,
el latir alborotado de mi corazón
devuelve a mis retinas
la sensación que menos aún
son treinta años raudos como una gacela.

Pero no soy un poeta
como aquel que con sus versos
llegó al lugar más recóndito de tu corazón
y quizás aún… este ahí.
En ese lugar
donde yo quisiera estar
para sostener y desplegar tus alas,
alentando tu vuelo,
fecundando tus fantasías
y nutriendo tus ansias de vivir.

Pero los sentimientos
no se razonan.
Y quizás por ello
aun cuando tu sentir y el mío
jamás estén en disposición
de encontrarse,
tampoco puedo dejar de sentirte
como aquel día en que sin que supieras,
tu Ser se adentró en mi corazón, cautivándolo
con tu dulce sonrisa y tu tierna mirada.

¿Qué más da que ya no seas esa chica esbelta?
Sí la belleza que alborotó
el latir de mi corazón,
cuando el reencuentro alumbró mis retinas,
está en tu dulce sonrisa, en tu tierna mirada,
y en cada fibra de tu Ser