Últimamente
los dados continúan cambiando de lateral sin sucesión de continuidad.
Aquellos
nobles personajes que venían para tomar de la mano y proteger a los queridos
trabajadores, hoy si la justicia no los detuvo, desarrollan la noble tarea de
luchar a bordo de sus Ferrari de continuar su tarea noble.
Hoy para
estos nobles caballeros, los ricachones se estarían quedando con la incontable
riqueza que ellos, los desprotegidos, aun no llegaron a robar. Desde políticos que
en toda su vida supieron que significa la palabra trabajo, dirigentes de
trabajadores que lograron su fortuna y residen muy lejos de los pobres villeros.
Se suman al Staff de esta noble gente, hombres y mujeres que actúan para
administrar Justicia.
Estos últimos
se embanderan para defender a los indefensos asesinos, violadores y demás lacras
que circulan por la calle. Suman al apoyo del Papa francisco el cual, recibe a
los personajes negros de estas actitudes para brindar su santa palabra de apoyo
la cual no sirve de nada. No iré a la Argentina, lo cual determina que a nadie
se le mueva un pelo, sabemos que proxenetas y violadores de menores integran la
banda del Papa Argentino. Hay mis queridos cabecitas si el General se
despertara los mataría a todos.
Un máximo estandarte
de la Justicia ciega, sorda y muda es nuestro querido profesor Zaffaroni,
siendo proxeneta y administrando a varias prostitutas; desde el atrio de la
inmoralidad, declama su amistad con personajes que se dirigen a Juicio Oral,
simplemente sus amigos dentro del desorden en nuestro país.
Fue este
caballero de marras quien pretende acusar de violador de los derechos humanos
al Policía que mato a un pobre delincuente, que partía sin despedirse de un
turista metiéndole antes cinco puñaladas. Su ejemplo cunde y el Juez a cargo no
levanta los cargos de este servidor público.
Amigo íntimo
de nuestra interesante muestra de foca con carácter de asesina serial, si amigo
es nuestra Hebe Bonaffini a la cual nuestro representante en el vaticano la
compara con Jesús.
Algo está
sucediendo, quizás el calentamiento global no les permite sentir vergüenza de
ellos mismos; quizás sea una muestra de la llegada de nuevas civilizaciones que
terminaran con este circo.
Santiago L
Demaria
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