Y tarde o
temprano acompañaremos a Venezuela, el camino nos llevara de la mano al único
sitio disponible, a la única orilla de este océano. El populismo destroza y
deja sin oxígeno a quienes desde la moral y la ética, pretendemos modificar las
costumbres de 35 años de historia.
La
mencionada historia, fruto del robo y de las chicanas de las políticas solo nos
condujo al influjo de la droga, la violencia y la corrupción dentro de la misma
justicia.
La noche de
ayer fue un ejemplo que ha de quedar en los libros de historia que, seguramente
pocos podrán leer y algunos otros pocos
tendrán deseo de hacerlo
La vergüenza
de una clase política fue arrojada sin miedo alguno, al retrete y el honor
jamás existió entre esos representantes de un sector que ejercita su
musculatura levantando la mano por escuchar solo las ordenes de una mujerzuela
sin principios. Seremos la Patria Grande
de Maduro y de la ignorancia K.
Nos
mataremos entre nosotros tal cual sucede en Caracas y otros sitios,
regresaremos a los 70 Argentinos, muriendo entre facciones Peronistas. Los
presos políticos han de ser los honestos y los probos, los revolucionarios serán los
delincuentes comunes que hoy roban a dos manos, mientras la prostituida
Justicia, mira con desprecio hacia otro lado.
Los que
hicieron grande a nuestro país fueron aquellos inmigrantes que sin subsidios ni prebendas del Estado,
trabajaron en el campo, Comerciantes, productores. Enviaron a sus hijos a la Escuela
Pública y el sueño solo era mi hijo el Doctor.
No
dependieron del Gobierno, no le pidieron nada; solo trabajaban, se esforzaban
en crecer y ver crecer a sus hijos en libertad.
Más tarde
llego el Político ladrón y sus punteros; las Urnas vacías o completas de
papeles rotos, a cambio de gallinas para mantener quieto al sabalaje vago e
ignorante.
De esta
forma dimos un paso atrás y otro adelante; modificamos las costumbres de formar
una familia y terminamos en la muerte por el Paco. Buscamos inversiones y los
únicos que invierten son los narco traficantes y hasta a veces pienso que le
toman bronca a un Presidente blanco, de ojos celestes y empresario.
Llegaremos a
ser Venezuela, se la vera feliz a la Señora y restregándose las manos, a sus cómplices,
roedores de baja estopa. Es posible que los muchachos de las villas saldrán a
la calle a festejar a una Latino América unida. Marcharan con sus rostros
cubiertos con trapos sucios y empuñando palos para inventar su justicia.
Perdieron
hasta la boleta, rompieron en PJ y siguen, no tienen limite; no sería raro que
en lugar del Himno Nacional se tome por oficial a la “Cumbia Villera”
Bien
señores, lo hicieron, lograron su fin, incendiaron y dieron fin a un país de buena gente, pero
silenciosa.
Santiago l
Demaria
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