RADIO MUSAS

lunes, 23 de julio de 2018

Editorial

Suceden las cosas y uno no se va dando cuenta que la cuenta siempre da lo mismo, agotan las cosas y comentarios que no ven lo que tienen por delante. El País todo reclama responsabilidad, seriedad y tranquilidad; nosotros buscamos paz igualmente. Pero dada las circunstancias, uno ve las cosas pasar, el tiempo transcurrir y nada al fin se modifica. Hoy sucede en el Periodismo en general y en algunos casos en particular, según lo que llego a nuestra mesa de trabajo, el K Doctor en Medicina y ex líder de Magneto, comienza arrastrándose hacia un supuesto lugar de poder sin darse cuenta que el poder se lo llevan los años. En otros casos se pelean y se agotan por la formación de nuevos Partidos Políticos en tanto los Partidos tienden a desaparecer, los que surgen son los personalismos mediáticos, sin ideología pero con la personalidad suficiente para continuar robándole a la gente. Pobre de aquel que se entrega a quien lo pretende usar. Pobre de la gente que es arrastrada camino a la nada misma mientras quienes emergieron de la cultura continuaran su camino sin mirarlos siquiera. La cultura se encuentra siempre arriba de cualquier otro ideal. En el país de los caudillos malogrados pretenden arribar a nuevos caudillos para arribar finalmente a un fracaso predecible. Uno de ellos coquetea impunemente entre pasado y presente dudoso; Tinelli es la muestra práctica de una cultura en vía de extinción. En la noche de ayer el Padre Opeka acaricio nuestras playas en función de brindar su palabra sobre su obra en Madagascar, fueron muchos los que concurrieron a este hecho único en su fin y pocos lo entendieron, este hombre desprecia el asistencialismo político, pues brindar asistencialismo es someter al ser humano al servilismo. La cultura y el trabajo es la única fuente de progreso, pero el problema es hoy. Como se soluciona es sencillo, es dejar de hacer de lado las apetencias políticas, abandonar las antiguas practicas partidistas, tomar la pala y ayudar sin ningún tipo de egoísmo. Igualmente menciono aquí la villa 31, las cuales menciono en una editorial de hoy, se encuentran habitando una zona en donde el metro cuadrado tiene un valor de u$s 5000 y hace años reside una villa miseria en donde se edificio sin control municipal, o sea si se viene abajo un edificio y muere gente, nadie será responsable. Opeka se preguntara a donde callo, si estaba bien en su lucha por los chicos y ahora se debe aguantar a estos miserables de la política. Me da la impresión de ver al Cristo en la cruz queriéndose morir otra vez. Tinelli, Discepolo, Sobremonte, Rivadavia y todo sigue igual, el paraíso en donde el carma del choreo camina por Florida y el Payaso Santiaguito se ríe de si mismo. Santiago Luis Demaria

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