sábado, 14 de julio de 2018
Regresaron las Musas
Hoy es Sábado y la política me agota, me roba las sensaciones básicas que siempre hemos tenido. Nosotros siempre fuimos más lejanos a los fríos textos de aquellos que se disfrazan de políticos y nos quitan el sueño, en mi caso siempre continuo amando al mar y pretendo algún día escaparme de los locos de siempre. Soy un pecador empedernido, amante de las mujeres distantes y me agota la política barata en la cual sobrevivimos.
He anunciado que regresare al mundo de la mar junto a Usted León, poeta empedernido y lucido en los sentimientos; si vale la pena regresar a nuestro navío, me dirá Usted y quien nos lee..
Sucede que se me da por extrañar a Lambert, viejo compañero de aventuras y socios en un todo lo que se arriba a nuestra mesa; directamente como loro no será muy eficiente, pero su origen Francés y sus cuentos de madrugada me enternecen. El Fantasmita regreso luego de tanto tiempo, pues no quiso explicarme ni darme detalles concretos de sus amoríos que dejo camino a Madrid. El tiempo ha pasado pero nuestra misión debe continuar; sé que resulta agotador para usted sacarlo de sus análisis románticos, tal vez Monic se acerque a su vida en cuanto menos se lo espere y recién allí lo veré totalmente pleno. Saldremos a navegar llegando a Madrid y por qué no cercano a su Andalucía mística. No se olvide que continuamos atrás de Cospelito y sus compañeros de tropelías, Remil organizo todo en nuestra ausencia y estaremos listos para unirnos. Lambert podríamos conversar tal cual lo hicimos tiempo atrás?.
Como usted diga Capitán hay nada sobre la mesa, tendríamos que festejar algo en común, no me diga que pretenden beber como hace un tiempo?, si Capitán no tiene nada que más me sorprenda que un buen vino, cálido y amistoso, pleno y amigable. De ese dialogo que mantengo con usted me brotan las musas que usted transforma en un camino de vida.
Las Musas son aquellas damas que brotan de nuestros sueños y nos llaman a imaginar colores en la variada paleta de pintor, son aquellas que sacan tonos de la guitarra, que jamás imagino artista en el mundo.
Mis musas son esquivas por momentos y se me escapan mar adentro, allí en donde se mesclan las olas y el cielo. Ellas juegan con las caracolas y fabrican collares imposibles de conseguir por los humanos. Salen a pasear con los duendes esquivos, de esos que suelen beberle el vino al Dios del Mar.
Neptuno se enoja pero goza a cada salto que ellos le regalan, de noche cuando Daysi sueña a mis pies, ellos se encargan de tirarle de su pelaje blanco y la escucho rezongar entre sueños. Bien Lambert, brindemos y tratemos luego de mantenernos de pie.
Santiago L Demaria
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